En el cálido ambiente de un comedor social regentado por monjas y sostenido por manos voluntarias, este curso de costura se convierte en mucho más que una clase: es un espacio donde se comparten conocimientos, se recupera la dignidad a través del trabajo manual y se tejen, puntada a puntada, nuevas oportunidades de vida, compañía y esperanza para quienes más lo necesitan
Nos sentimos verdaderamente como una familia de familias, unidas por la fe y el espíritu de servicio que Santa María Josefa nos inspira. El coro de EMAÚS de San Juan Crisóstomo acompañó la celebración, ayudándonos a elevar nuestras voces y corazones a Dios.
Después, continuamos la jornada compartiendo unos aperitivos en el comedor, en un ambiente fraterno y festivo. Los más pequeños disfrutaron con ilusión del reparto de juguetes, que cerró la celebración con alegría y sonrisas.
Damos gracias a Dios por esta jornada llena de vida, fe y fraternidad. Que el ejemplo de Santa María Josefa siga guiando nuestros pasos en el servicio a los demás, especialmente a los más necesitados.