Experiencias

Compartir es multiplicar: cada experiencia de servicio es una luz que ilumina el camino de otros
5 1 vota
Article Rating
Suscribirse
Notificar de
guest
4 Comments
El más antiguo
El más nuevo Más votado
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Iñaki
Iñaki
1 Mes texto anterior

IMPRESCINDIBLE, no solo para ayudar a las familias más necesitadas, sino para construir los valores de los más jóvenes y fortalecer los nuestros. Invirtiendo en esta gran labor, una pequeña parte de nuestro tiempo, en un entorno muy agradable, donde reina el buen ambiente y la cooperación, se obtiene a cambio una gran recompensa, en nuestro caso, muchísimo más valiosa que nuestra humilde aportación

Ángel
Ángel
1 Mes texto anterior

Lo que sentí en la necesidad de la gente es que acudían al centro con mucha humildad y vi también mucha humanidad. Sus ojos y sus formas de estar lo decía todo.
Gracias a gente como vosotros con sus fundaciones y los medios que tenéis a vuestro alcance, ayudáis todo lo que podéis.

Rosa
Rosa
1 Mes texto anterior

Buenos días,

Ir al comedor social Santa María Josefa es un regalo inesperado. Las palabras que nos dedica la Madre Miriam antes y después del servicio siempre sorprenden, hasta al más escéptico, y remueven el corazón y la mente.

Poder dedicar un rato a ayudar a personas con muchas necesidades te pone delante de un espejo en el que te puedes ver tu mismo si las circunstancias cambiaran solo un poquito. 

Ver la mirada de agradecimiento, los abrazos y besos, de las personas que allí acuden te hace sentir que tienes que volver muy pronto a seguir ayudando a esas valientes religiosas con la labor que hacen. Mujeres dulces pero firmes que te enseñan el valor de la caridad y la compasión, del amor y de la esperanza porque todo pueda mejorar algún día.

Es, también, una experiencia que deshace todos los prejuicios que tenemos con las mujeres y hombres que necesitan ayuda. Escuchar sus historias y comprender cómo puede cambiar la vida en un minuto. Te enseña a disfrutar de las cosas más pequeñas que tenemos, que somos unos privilegiados por tener familia, trabajo, hogar, amigos… 

Siempre que salgo del comedor, lo primero que hago es llamar a mi padre por si necesita algo.
 
 

Rogelio
Rogelio
1 Mes texto anterior

Participar en el comedor social es compartir una dosis de humanidad. Una sonrisa ajena, es un soplo de esperanza para el alma.

5 1 vota
Article Rating
Suscribirse
Notificar de
guest
4 Comments
El más antiguo
El más nuevo Más votado
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Iñaki
Iñaki
1 Mes texto anterior

IMPRESCINDIBLE, no solo para ayudar a las familias más necesitadas, sino para construir los valores de los más jóvenes y fortalecer los nuestros. Invirtiendo en esta gran labor, una pequeña parte de nuestro tiempo, en un entorno muy agradable, donde reina el buen ambiente y la cooperación, se obtiene a cambio una gran recompensa, en nuestro caso, muchísimo más valiosa que nuestra humilde aportación

Ángel
Ángel
1 Mes texto anterior

Lo que sentí en la necesidad de la gente es que acudían al centro con mucha humildad y vi también mucha humanidad. Sus ojos y sus formas de estar lo decía todo.
Gracias a gente como vosotros con sus fundaciones y los medios que tenéis a vuestro alcance, ayudáis todo lo que podéis.

Rosa
Rosa
1 Mes texto anterior

Buenos días,

Ir al comedor social Santa María Josefa es un regalo inesperado. Las palabras que nos dedica la Madre Miriam antes y después del servicio siempre sorprenden, hasta al más escéptico, y remueven el corazón y la mente.

Poder dedicar un rato a ayudar a personas con muchas necesidades te pone delante de un espejo en el que te puedes ver tu mismo si las circunstancias cambiaran solo un poquito. 

Ver la mirada de agradecimiento, los abrazos y besos, de las personas que allí acuden te hace sentir que tienes que volver muy pronto a seguir ayudando a esas valientes religiosas con la labor que hacen. Mujeres dulces pero firmes que te enseñan el valor de la caridad y la compasión, del amor y de la esperanza porque todo pueda mejorar algún día.

Es, también, una experiencia que deshace todos los prejuicios que tenemos con las mujeres y hombres que necesitan ayuda. Escuchar sus historias y comprender cómo puede cambiar la vida en un minuto. Te enseña a disfrutar de las cosas más pequeñas que tenemos, que somos unos privilegiados por tener familia, trabajo, hogar, amigos… 

Siempre que salgo del comedor, lo primero que hago es llamar a mi padre por si necesita algo.
 
 

Rogelio
Rogelio
1 Mes texto anterior

Participar en el comedor social es compartir una dosis de humanidad. Una sonrisa ajena, es un soplo de esperanza para el alma.

4
0
Me encantaría conocer tu opinión, por favor comenta.x